viernes, 16 de octubre de 2009

Cascabeles

Hace unas semanas, en un intento desesperado por.... por....., empecé a escribir sobre una chica que se hubiese llamado como tú, como la Maga.
Hubiese tenido unos ojos rasgados y oscuros, entornados, con una tatuadora expresión como de molestia por el sol... y de llegar a existir le hubiese gustado jugar con el presente para llegar a un futuro excitante, con muchos frentes abiertos.

..Pero él tiene unas manos finas y largas que dibujan fachadas hiperrealistas y que las colorean con acuarelas como si siempre estuviese atardeciendo...y unos brazos blancos que dan abrazos imaginarios.

..Pero ella me dijo que le guardase el trabajo de geometría.. en la memoria..y que toca el piano, y vivo imaginándomela tocando, en una habitación como la de Román en lo más alto o lo más bajo de la casa de la calle Aribau.

..Pero ella se probó el pantalón en el mismo lugar a la misma hora que yo me probaba un pantalón igual y leugo se vino al césped conmigo, y tiene un número de fijo que viola las leyes fundamentales de los prefijos, y ya me lo sé de memoria y lo utilizo cada vez que, de repente, me apetece escucharla.

..Pero él dice que no sabe qué le pasa conmigo.


..Pero...


..Pero...


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(y éste es un eje de simetría de una sección horizontal)