Mi fantasma no deja de perseguirnos.
De hecho hoy, ha llamado al timbre mientras decías algunas de las palabras mágicas y he temido tanto que fuera otra vez él, que estaba como deseando de por fin abrirle la puerta, dejarle entrar y veros a los dos ahí, para partirme de pena (es decir, sonreir) y confirmar que al menos, soy capaz de predecir acontecimientos terroríficos.
Partirse de pena. Ummmmm no hagamos predicciones por si acaso!!! :D
ResponderEliminar