jueves, 9 de abril de 2009

La luz. (Proyecto de relato con el argumento por asignar).

Las tres de la mañana no eran un momento agradable para despertar de repente.

Por supuesto no era la primera vez que le pasaba. Tan pronto como fue consciente de que estaba despierta, decidió no abrir los ojos mientras torpemente estrellaba sus dedos helados por la superficie de aquella pared blanca, que en algún lugar, infinitamente pequeño e infinitamente recóndito, escondía al interruptor.

Sólo una vez había comentado la figura del hombre mayor que una noche la sorprendió desde los pies de su cama. La receptora de aquella historia, por lo que contaba, también había vivido algo parecido (sorprendentemente parecido), y esto brindó a las dos chicas la oportunidad perfecta para embarcarse con una semidesconocida en el místico e indulgente campo de las conversaciones sobre fenómenos maravillosos.

El encuentro con aquel hombre se dio en una cantidad de tiempo relativa: tal vez un segundo, tal vez cinco, tal vez no había habido ningún hombre. Lo que la aterrorizaba era encontrar esa figura exacta que su mente había acordado con su propia imaginación, como en esas pesadillas en las que una pequeña parte de su inconsciencia se revelaba de repente en medio de la trama y confesaba al resto cual era exactamente la situación terrible que sería incapaz de soportar.

Encendió la luz y no había nada ni nadie.
Entonces de repente se sintió una chica corriente y además bastante sola.

...

2 comentarios:

  1. Helena ^^
    El mundo de los sueños es punto y aparte, tal vez no debería llamarse mundo, porque es un concepto nimio para eso. Ummm, lo cierto es que al final, no somos tan únicos, ni tan diferentes, los sueños, las experiencias, los gustos... pueden ser puentes de unión entre unos y otros: somos diferentes... pero no tanto.
    Yo de peque soñaba continuamente que tenía un lápiz en la mano, sentía sus caras y aristas, y yo apretaba más la mano, para saber que estaba ahí, y pretendía que cuando despertase estuviese ahí, pero lo cierto es que.. cada vez que abría los ojos descubría que no estaba, que todo había sido un sueño, que me quedaba sin lápiz, y entonces me sentía engañada, decepcionada. Es lo que tienen los sueños. Un besazo :)

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  2. Que típico, creo que me ocurre cada mañana, cuando lo que he soñado es tremendamente especial, tanto que lo que ahora vivo me resulta demasiado imperfecto.

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